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EL PROYECTO
Efectos saludables de la dieta mediterránea rica en aceite de oliva
La dieta mediterránea representa un modelo de dieta saludable basada en una ingesta im- portante de alimentos de origen vegetal (frutas, frutos secos, vegetales frescos, cereales y le- gumbres), una ingesta moderada de pescado, vino, yogur, queso y una ingesta baja de carne y alimentos azucarados. Pero su alimento más emblemático y característico es el aceite de oli- va virgen, la principal contribución como fuente de grasa de esta dieta.
Una dieta enriquecida en determinadas grasas puede ser compatible, por tanto, con un buen estado de salud en general. Esta característica es la principal diferencia entre la dieta medite- rránea y otros modelos de dietas saludables los cuales se basan, más a menudo, en bajos con- tenidos en grasa. Los beneficios mejor conoci- dos asociados a la dieta mediterránea rica en aceite de oliva, son el descenso de los niveles plasmáticos del colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) y la mejoría en el co- ciente de LDL/HDL (colesterol de las lipoproteí- nas de alta densidad). Sin embargo, la evidencia acumulada más recientemente sugiere que la dieta mediterránea puede también proporcio- nar efectos beneficiosos adicionales por actuar sobre otros factores de riesgo clásicos y otros más novedosos que también están implicados en el desarrollo de arteriosclerosis.
Mientras que algunos de estos efectos pueden ser explicados por la presencia de la grasa mo- noinsaturada, otros efectos son más probable- mente debidos a los componentes minoritarios del aceite que tienen propiedades antioxidan- tes, antitrombóticas, modificando factores que intervienen en la coagulación y en la fibrinólisis, actividad quimiopreventiva y la capacidad de mejorar la función vascular. Además, el aceite de oliva es un alimento funcional que, además de su alto contenido en grasa monoinsaturada, contiene múltiples componentes minoritarios que tienen importantes propiedades biológicas induciendo efectos beneficiosos sobre la salud. La ingesta alta de aceite de oliva determina un menor estrés oxidativo pudiendo actuar de for- ma beneficiosa ralentizando, por tanto, el pro- ceso de envejecimiento. Por último, el consumo de una dieta mediterránea rica en aceite de oli- va puede reducir el riesgo de padecer síndrome metabólico y diabetes al inducir una mejoría de la funcionalidad de nuestros adipocitos.


































































































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