Evaluar la utilidad de la realidad virtual para inducir un estado de ánimo sobre niños y adolescentes mientras hacen ejercicio y medir sus emociones mientras ve anuncios de productos alimenticios y actividad física. Este es el objetivo de dos estudios que están desarrollando investigadores del LabHuman de la Universitat Politècnica de València y del grupo Labpsitec de la Universitat Jaume I de Castelló y la Universitat de València.
A lo largo de este mes, los investigadores de LabHuman y Labpsitec han llevado a cabo una serie de pruebas con 40 participantes de la Escola d’Estiu de la Universitat Politècnica de València, con edades comprendidas entre los 9 y los 12 años.
El primer estudio, liderado por el grupo Labpsitec (UJI-UV), consistía en investigar el efecto que tiene sobre un grupo de niños completar una carrera en la que se gana siempre a todos los competidores, comparado con otra en la que pierde siempre. Para ello, los investigadores del LabHuman de la UPV desarrollaron un entorno de realidad virtual que permite generar estos efectos.
El objetivo era estudiar el efecto de esta diferencia sobre la experiencia subjetiva de cansancio y el agrado percibido por parte del niño sobre la actividad física. Según destacan los investigadores, esto ayuda a conocer el efecto que puede tener la comparación social o la baja condición física sobre la motivación para la realización de la actividad física.
“Los resultados indican que el hecho de perder una carrera a pesar de esforzarte repercute sobre las emociones negativas, aumenta la percepción subjetiva de cansancio y baja el agrado sobre la actividad física y la propia ejecución. Mientras que ganar aumenta la auto-eficacia (creencia en la capacidad de realizar correctamente el ejercicio físico) y las emociones positivas. Estos resultados confirman el potencial de la realidad virtual y los video juegos activos para la promoción de emociones positivas y el agrado sobre la actividad física en el niños sedentarios”, apunta Ausiàs Cebolla, profesor de la Universitat Jaume I de Castelló.
Este estudio se enmarca dentro del proyecto Actiobe y el CIBERobn, liderado por la catedrática de Psicología de la Universitat de Valencia, Rosa Mª Baños (grupo de Bioingeniería y Tecnología Orientada al Ser Humano) y el profesor Ausiàs Cebolla de la Universitat Jaume I de Castelló.
Evaluar el impacto de anuncios sobre comida y ejercicio físico
El segundo estudio, liderado por la UPV, se enmarcaba dentro de la línea de investigación de Labhuman centrada en la evaluación del impacto que producen los contenidos audiovisuales en los espectadores. En este caso, se trataba de estudiar el impacto en el comportamiento y las emociones que experimentan los niños mientras visualizan anuncios de comida para determinar si existen diferencias entre aquellos que siguen una dieta más equilibrada y saludable frente a los que no.
“Queríamos analizar los motivos por los que las campañas de alimentación saludable no consiguen el impacto esperado en el niño. Se pretende entender la respuesta a estas campañas publicitarias para analizar cómo se podría conseguir un impacto mayor en el niño que le motive a cambiar sus hábitos y mejorar su alimentación. Desarrollar estudios como este permitirá diseñar en el futuro campañas de salud mucho más efectivas en la población infantil”, explica el Dr. en Ingeniería Biomédica, Jaime Guixeres, coordinador científico del LabHuman de la UPV.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores monitorizaban mediante un sistema comercial portable no invasivo la actividad cerebral, la actividad cardiaca, los gestos de la cara y el seguimiento de los ojos de cada participante en el estudio, con el objetivo de medir esa reacción ante los diferentes anuncios. Según destacan los investigadores de la Universitat Politécnica de València, los resultados preliminares obtenidos hasta el momento muestran que los patrones de atención visual de los anuncios de comida muestran diferencias en función del tipo de alimentación del niño. “También estamos encontrando que los frames dentro de cada anuncio que muestran un mayor impacto emocional en los niños son diferentes en aquellos que tienen una alimentación saludable frente a los que no”, añaden José Manuel Ausín y Juan Carlos Rojas, investigadores de Labhuman-UPV.