Las actividades del Grupo de Epidemiología Ambiental y Cáncer del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III cubren un amplio rango de temas en investigación etiológica de diferentes formas de cáncer. Este grupo está considerado referente nacional en el estudio de la distribución espacial y temporal de la mortalidad por cáncer y ha impulsado estudios de monitorización de la situación del cáncer que sustentan el sistema de vigilancia epidemiológica de esta enfermedad. Gonzalo López-Abente es su coordinador.
.
Finalmente nuestro grupo mantiene una línea de investigación muy activa sobre densidad mamográfica. En colaboración con epidemiólogos de distintas CCAA y unidades de consejo genético, hemos cuantificado el riesgo de desarrollar cáncer de mama asociado a la densidad mamográfica tanto en población general como en mujeres portadoras BRCA1/ BRCA2. Además hemos identificado una variante genética nueva asociada a la densidad mamográfica.
-¿Qué supone el contar con una estructura como el CIBERESP para la investigación en este campo?
-CIBERESP ha creado un espacio de colaboración sin el que estudios como MCC-Spain no hubiesen sido posibles. Dentro del grupo, CIBERESP ha supuesto para nosotros una ayuda fundamental para la contratación de investigadores y para facilitar la gestión administrativa.
-Su grupo publicó en 2015 un amplio estudio sobre la situación del cáncer en España desde 1975 hasta la actualidad, ¿cuáles fueron las principales líneas o tendencias detectadas en ese estudio en cuanto a prevalencia de los distintos tipos de cáncer?
-La información que proporciona es muy abundante, cubriendo la mortalidad, incidencia, supervivencia, prevalencia, el cáncer infantil, etc. Resumiendo mucho, destacaríamos el cambio de tendencia de los tumores asociados al hábito de fumar en mujeres (cáncer de pulmón con un incremento anual del 4%). El cáncer fue la primera causa de muerte en España en 2014, con 106.039 muertes (65.019 en hombres y 41.020 en mujeres), lo que supone que tres de cada mil hombres y dos de cada mil mujeres murieron como consecuencia de un tumor maligno. Si nos fijamos en el número de casos, los tumores que causan el mayor número de defunciones en los hombres fueron el cáncer de pulmón, el cáncer colorrectal y el cáncer de próstata, con 17.173, 9.244 y 5.855 muertes en el año 2014, y en las mujeres el cáncer de mama, el cáncer colorrectal, y el de pulmón, con 6.213, 6.205, y 4.047 muertes, respectivamente.
-¿Tenemos unos patrones diferentes en la prevalencia de los distintos tipos de cáncer con respecto a otros países europeos?
-Cuando se compara la incidencia de cáncer en España con la de los países de nuestro entorno, vemos que los hombres españoles presentan en general unas tasas ajustadas inferiores a las del promedio de la UE, con la excepción del cáncer de vejiga, que presenta una incidencia muy alta en España, y el cáncer de próstata, que a pesar de ser el tumor más frecuente en los hombres españoles, muestra una incidencia por debajo del promedio europeo. En mujeres, España muestra tasas de incidencia bajas en comparación con el resto de los países de la UE, con excepción del cáncer de estómago, tumor con una incidencia superior a la media en las mujeres españolas y del cáncer colorrectal, cuya incidencia en España es similar al promedio europeo.
-¿Es necesaria la redacción de nuevos informes de estas características?
-El informe ha sido muy útil y nuestra idea es continuar monitorizando la situación del cáncer en España actualizando la información cada 5 años.
-¿Cómo valora la existencia de una red como REDECAN (Red Española de registros de cáncer) para el mejor conocimiento de la situación del cáncer en España?
-Es muy importante que los registros de cáncer trabajen conjuntamente y con criterios similares. Esta función la cumple perfectamente REDECAN y además garantiza una información de gran calidad de la incidencia de cáncer en las áreas de su ámbito. Nuestra colaboración con la Red se produce para proyectos puntuales, como por ejemplo el número monográfico de Annlas of Oncology publicado hace algunos años en el que por primera vez los registros de cáncer españoles agregaron todos sus datos de incidencia.
-Su grupo ha estudiado las tendencias de mortalidad por cáncer en España, ¿podemos hablar de tendencias positivas?
-Tendencias positivas en cuanto a la disminución de la mortalidad. En el período 2003-2012, la mortalidad por cáncer disminuyó significativamente un promedio de 0,6% al año. Este descenso se hace patente en la mayoría de los tumores malignos, aunque se constata una atenuación en el descenso de la mortalidad por cáncer de mama (un 1,8% anual en el informe anterior frente a 1,1% actual). Por otro lado, se observa un descenso más marcado en la mortalidad por cáncer de estómago y el cáncer de vesícula con decrementos anuales superiores al 2%. Sin embargo, en esta década, también aumentó la mortalidad por cáncer de páncreas y por cáncer de riñón, en ambos casos a un ritmo cercano al 2% anual. En este sentido, cabe remarcar que tanto el cáncer de páncreas como el cáncer de riñón también se asocian con el consumo de tabaco.
-¿En qué consiste el estudio multicéntrico MCC-Spain?
-Como ya comentamos antes, MCC-Spain es el mayor estudio caso-control llevado a cabo en nuestro país. Cuando lo diseñamos, en el año 2007, el objetivo era disponer de una plataforma de información que permitiera conocer las causas ambientales de tumores relevantes en nuestro contexto, debido a su alta incidencia (cáncer colorrectal, cáncer de mama, cáncer de próstata) o a sus características particulares en España (cáncer gástrico) y para los que los facotres de riesgo conocidos no explican totalmente la incidencia observada. A estos tumores se unió más tarde la leucemia linfática crónica, aprovechando una línea de investigación en marcha sobre este tumor dirigida por Silvia San José. MCC-Spain ha sido la primera línea estratégica enteramente concebida y desarrollada desde el programa de Crónicas de CIBERESP. En él participamos 19 grupos de CIBERESP, y para nosotros, además del rendimiento científico que este estudio está ya proporcionando, MCC-Spain ha supuesto una gran experiencia de colaboración.
-¿Cuáles han sido los principales resultados de las investigaciones llevadas a cabo en el marco de este estudio?
-Varias de las líneas en las que MCC-Spain está proporcionando información muy relevante son: contaminantes en agua de bebida, factores ocupacionales, factores hormonales, exposición a medicamentos, dieta, agentes infecciosos, etc. A modo de ejemplo, y por citar un resultado muy reciente, MCC-Spain ha mostrado por primera vez la asociación entre actividad xenoestrogénica sérica, medida en el laboratorio por el grupo de Nicolás Olea, y riesgo de cáncer de mama.
-El Centro Nacional de Epidemiología ha elaborado el mayor mapa de sobre el riesgo de cáncer en España, ¿es tan importante el código postal como el código genético o el estilo de vida en el cáncer?
-La frase es muy ingeniosa y viene a resumir que los determinantes ambientales son más importantes que los genéticos. Desde luego, por ahora, es así en cuanto a las posibilidades de prevención de los diferentes tumores malignos.
-¿Cuáles son los principales riesgos ambientales que condicionan esa distribución geográfica de la mortalidad por cáncer?
-Es muy llamativo el diferente patrón de distribución espacial de los distintos cánceres. Es difícil resumir los condicionantes ambientales que generan un patrón y muchas veces la “intuición” falla estrepitosamente. Es frecuente el comentario “ya lo tengo!!!” que hace mucha gente al ver alguno de nuestros mapas. No es tan fácil, ya que en cada tumor confluye un amplio conjunto de exposiciones y las causas de esos patrones hay que demostrarlas.
-¿Cuáles son los tipos de cáncer en los que hay una mayor desigualdad del riesgo en función de la zona geográfica?
-Probablemente en los tumores de aparato digestivo superior (oral y faringe, esófago y estómago). El patrón del cáncer de estómago es fascinante y no sólo afecta a la Comunidad Autónoma de Castilla-León sino que, como ejemplo, hay amplias zonas de la costa atlántica de Galicia en las que las tasas de mortalidad son más altas que las de Burgos sin que hasta la fecha se hayan estudiado las causas.
-¿Deberían tomarse medidas para reducir el impacto de estos condicionantes ambientales del cáncer?
-Como medidas a nivel individual se ha de insistir en el seguimiento de las recomendaciones del Código Europeo contra el Cáncer. Y como medidas de los gobiernos, en mi opinión, habría que limitar las exposiciones de origen industrial disminuyendo las emisiones, prestar más atención a las exposiciones ocupacionales a carcinógenos y encontrar una solución a la contaminación ambiental derivada del tráfico en las grandes ciudades. También habría que legislar sobre algunos niveles de elementos potencialmente tóxicos en alimentos.
-En relación a este tema, acaban de publicar un estudio que relaciona el mapa del arsénico con el del cáncer, ¿cuáles son las principales conclusiones de esta investigación?
-Lo que se ha mostrado en ese estudio es un indicio de que los contenidos de elementos tóxicos en el suelo, aunque sean unos niveles muy pequeños, pueden suponer un componente más en la etiología del cáncer.
-¿Cuáles son a su juicio los retos pendientes de la investigación en este campo?
-En el campo de los estudios geoquímicos y el cáncer está todo por hacer. La hipótesis de que los elementos potencialmente tóxicos se incorporan a la cadena trófica y los acabamos incorporando podría ser comprobada en estudios etiológicos que utilicen muestras biológicas y biomarcadores o en encuestas de salud con examen de salud y muestras biológicas.