Un estudio publicado en la revista científica European Journal of Public Health muestra que la crisis económica y las medidas de austeridad adoptadas han influido negativamente en la respuesta a la violencia de pareja dada desde atención primaria en España.
La disminución de personal en las plantillas de los centros de salud, hace que los profesionales tengan que reducir aún más el tiempo de consulta y por tanto encuentren dificultades para atender problemas complejos como es la violencia de género. Los recursos donde referir a las mujeres que necesitan ayuda, cada vez son más escasos, mientras que la violencia se agrava según aumenta la dependencia económica de las mujeres, así como por la pérdida del rol tradicional de “cabeza de familia” en aquellos hombres en paro de larga duración. Además, los profesionales refieren que la formación continuada para dar una respuesta adecuada a la violencia de pareja es cada vez más escasa y que el exceso de carga laboral impide poder asistir a estas actividades cuando se convocan.
Estos son los principales resultados del estudio dirigido por Laura Otero-García, investigadora del CIBERESP en el grupo liderado por Luis de la Fuente y Profesora e Investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid. La investigación permite sacar a la luz cómo se han contrarrestado en parte las carencias acaecidas por los recortes, siendo la motivación de los profesionales sanitarios fundamental para dar respuesta desde el Sistema Sanitario Público a la violencia de género. En el estudio han participado, asimismo, las investigadoras del CIBERESP Carmen Vives-Cases desde la Universidad de Alicante (IP Carme Borrell) y Belén Sanz-Barbero en la Escuela Nacional de Sanidad - ISCIII (IP Luis de la Fuente).
La investigación constata, por tanto, tres aspectos en la relación crisis económica/recortes/violencia de género: en el contexto de la crisis económica en España, las y los profesionales de la salud perciben que hay un aumento de la carga de trabajo y una pérdida de calidad de la atención en atención primaria de salud, haciendo más difícil la detección de la violencia de pareja contra las mujeres; los recortes dificultan el trabajo en equipo y merman la formación continuada de las y los profesionales, siendo ambas circunstancias obstáculos para abordar adecuadamente la violencia de género; y, por último, los programas de sensibilización y capacitación del personal sanitario son aún necesarios para mejorar y promover el diagnóstico precoz, la atención y la rehabilitación de las mujeres expuestas a violencia de pareja. La estrategia a nivel gubernamental tendría que cambiar, proporcionando más recursos a los servicios que deben responder a la violencia contra las mujeres ejercida por sus parejas.
El estudio muestra los resultados de entrevistar a 145 profesionales de salud de atención primaria (109 mujeres y 36 hombres) en 16 centros de salud de 4 Comunidades Autónomas. Se trata de una investigación independiente desarrollada en el marco del proyecto How do primary health care teams learn to integrate intimate partner violence management in Spain, dirigido por Isabel Goicolea Julián, Profesora e Investigadora de la Universidad de Umeå (Suecia), que ha contado con la aprobación del Comité de Ética de la Universidad de Alicante y ha sido financiado por la Unión Europea y el Consejo Sueco para Vida Laboral e Investigación Social.
En el contexto de la crisis económica en España, concluyen las investigadoras, "los recortes suponen un claro obstáculo para que los servicios públicos de salud puedan abordar adecuadamente el importante problema de salud pública que es la violencia de género".
Artículo de referencia:
Laura Otero-García; Erica Briones-Vozmediano; Carmen Vives-Cases; Marta García-Quinto; Belén Sanz-Barbero & Isabel Goicolea. A qualitative study on primary health care responses to intimate partner violence during the economic crisis in Spain. European Journal of Public Health. DOI: 10.1093/eurpub/cky095